viernes, 14 de agosto de 2009

¡Sonríe!


"[...] A poquito que sonrías
se contagia la mía... [...]"

Cambio

"[...] Ahora lo que intento es que el mundo no me cambie a mí. [...]"
.
en Noviembre de Achero Mañas, 2003

miércoles, 12 de agosto de 2009

Ilusión (II)

"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo...
Lo cierto es que yo siempre fui un iluso."

en Big fish de Tim Burton, 2003

lunes, 10 de agosto de 2009

"[...] No tenía miedo a las dificultades:
lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino.
Escoger un camino significaba abandonar otros. [...]"

Paulo Coelho en Brida, 1990
Ilustración: Tara McPherson en Fables: 1001 Nights of Snowfall ,2006
"[...] Sólo con el corazón se puede ver bien.
Lo esencial es invisible a los ojos. [...]"
.
Antonie de Saint-Exupéry en El principito, 1943

viernes, 7 de agosto de 2009

"¿De qué color son mis ojos?"
.
en Tesis de Alejandro Amenabar, 1997
Imagen: El espejo mágico de René Magritte, 1928

Píllate los dedos...

"Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto. Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor. Sácame de quicio. Llévame a pasear atado a una correa que apriete demasiado. Hazme sufrir. Aviva las ascuas. Ponme a secar como a un trapo mojado. No desates las cuerdas hasta que sea tarde, demasiado tarde. Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea ni tuya ni mía, que sea de todos. Líbrame de mi estigma. Llámame tonto. Sacrifica tu aureola. Perdóname. Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora. No me arrastres. No me asustes. Vete lejos. Pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo. Sangra mi labio con sanguijuelas de colores. Fuma un cigarro por mí. Traga el humo. Arréglalo y que no vuelva a estropearse. No lo tragues. Échalo fuera. Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora. Sueña retorcido. Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos. Dame la llave de tus oídos. Toca mis ojos abiertos. Nota la textura del calor. Hasta reventar. Sé yo mismo y no te arrepentirás. ¿Por cuánto te vendes? Régalame tus ídolos. Yo te enviaré a los míos. Píllate los dedos. Los lameré hasta que no sepan a miel, hasta que dejen de ser miel. Sal, niégalo todo y después vuelve. Te invito a un café. Caliente, claro. Y sin azúcar. Sin aliento."

Daniel Valdés en Baílame el agua, 1997